‘Eileen’ es el título de una obra que invita a la reflexión sobre las sociedades de consumo, que se nutren de paradojas como la machacante idea de que la juventud es el camino hacia la felicidad, mientras la esperanza de vida se sitúa en los niveles más altos de la historia de la humanidad. Las actrices de Hollywood se quejan de que a partir de los 40 años dejan de recibir contratos para protagonizar películas; la industria cosmética y la quirúrgica nos bombardea con publicidad para mantenernos esclavos de nuestros propios deseos, inalcanzables, por cierto, porque no se puede luchar contra el paso del tiempo. Toda esta frustración desemboca en sufrimiento. Eileen es el nombre de la fotografía de una anciana que encontré en internet. De ella, cogí el patrón de arrugas para envejecer el retrato de Marylin Monroe cuando contaba solo 25 años.