Tal y como está estructurada la sociedad de la economía de mercado no es extraño que el éxito de hombres y mujeres se mida por el poder adquisitivo. Y, claro, el éxito abre tantas puertas que algunos tratan de aparentarlo viviendo una vida irreal, que acaba siendo angustiosa. Durante el boom de la burbuja inmobiliaria eran muchos los hombres casa que vieron frustradas sus expectativas de éxito en la vida cuando los bancos les embargaron casas, coches y les dejaron endeudados a algunos de por vida.